El saboreo de la mente

















La mente es una función que gusta de pasar todo por el tamiz de la razón. Hay diversos modos de mirar, infinitos, pero mencionaré dos. Uno es desde el Si mismo y otro es desde la mente. O sea, con filtros o sin filtros.

Cuando el sabio habla, se dirige al Si mismo, a la comprensión no filtrada… de corazón a corazón.

Cuando el erudito habla, es la razón queriendo dominar los conceptos… le gusta discutir, o ser apreciado por sus oyentes… a muchos les gusta roer los huesos conceptuales de la mente, y asi autodemostrarse su valía…

El duelo de espadas, la esgrima conceptual de maestros, o maestro y discípulo, no pretende que haya un vencedor, sino que los dos se disuelvan en el Si mismo, que no saborea éxitos de ninguna clase, el ego queda extinto.

La mente no puede saborear sino huesos, como un sabueso. No puede saborear ni aspirar el aroma de lo esencial.

Del mismo modo que en las artes marciales el practicante se esmera en permitir que el flujo esencial mueva su cuerpo, en las discusiones de discernimiento intelectual entre maestro y discípulo dentro de la vía del jnana, se produce este dejar ir, esta entrega en que el ego, el dueño de las ideas, queda de pronto suspendido, anulado, y prima el silencio sustentador, que permite el flujo de la comprensión, en presencia del resplandor que todo lo aclara. Una presencia eterna y constante que permite la presenciación, donde el pasado y el futuro existen solo como memoria e imaginación proyectando la película del si mismo que se vistió de cuerpo, en el territorio del tiempo, para llevar a cabo el papel dentro de un esquema social, histórico, ya sea como el jefe de la gran empresa o como el que sirve el café.

Se aclara, como una repentina iluminación, todo el saber que siempre ha estado, y que se reduce a una sola “cosa”, un solo saber: el que sabe no existe, solo hay ser, conciencia y gozo. No existe y nunca ha existido el dueño, el ente, el que buscaba. Lo que siempre ha sido es el Si mismo, todo sabiduría, pues es conciencia que en esencia sostiene todo conocimiento.

Fuente: EXISTO

1 comentario:

  1. Aunque sean dos cosas diferentes, ¿alguien me podría responder si es compatible la erudición con la Sabiduría?
    ¿Es, el erudito, "culpable" de haber acumulado datos y conocimientos que están ahí en su buena memoria para utilizarlos de una manera adecuada y práctica cuando éstos sean necesarios, aun sabiendo que sólo son eso: Datos, y nadamás que datos?
    Es que -si ya se le pone el cartel de "erudito"- ¿acaso, se le supone que no pueder hablar jamás desde la Sabiduría?
    Gracias a quien me sepa responder.

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