EXCESO DE HIGIENE


Hervir el chupete continuamente, lavar las manos del niño cada vez que toca el suelo, una toallita húmeda por la cara cada dos por tres… Los padres quieren ganar la batalla a esos seres tan amenazadores que son los microbios. Pero, pese a que vivimos en la época de la higiene, los casos de alergias y de enfermedades autoinmunes (causadas por un ataque del propio sistema inmunitario) aumentan. Según la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica, las alergias respiratorias se han multiplicado por cuatro en los últimos 40 años, las alergias en niños se han multiplicado por siete en los últimos diez y el 40% de los europeos sufrirán alguna alergia en el año 2040.

Desde hace más de dos décadas, se especula que la razón de este incremento se deba al exceso de higiene. Es lo que David Strachan, epidemiólogo de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, bautizó en 1989 como “hipótesis de la higiene”. Se dio cuenta de que los niños con hermanos mayores eran menos propensos a sufrir asma o fiebre del heno. Y dedujo que su sistema inmunitario estaba mejor entrenado porque había tenido que batallar con los gérmenes que traían sus hermanos mayores. Una teoría interesante, pero sólo una teoría, al fin y al cabo.

Ahora, por primera vez, un estudio científico ha demostrado esta hipótesis de la higiene. Científicos del Brigham and Women’s hospital de Harvard (EEUU) estudiaron a ratones que habían vivido en un entorno libre de microbios y a ratones que habían vivido en un ambiente más sucio. Los higiénicos sufrían más enfermedades como asma o colitis debido a la hiperactividad de las células T, que ponen en marcha la respuesta del sistema inmunitario en el ser humano y en los ratones ante los antígenos. Además, vieron que exponer a los bebés ratones a los microbios tendía a normalizar el funcionamiento del sistema inmunitario.
Su conclusión: es importante entrenarse ante los microbios durante los primeros años de vida.

Fuente: Revista Integral

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