DEPRESION Y MEDITACION

Traleg Kiabgon Rinpoche

Tres maneras de relacionarse con la depresión

Tenemos que darnos cuenta que necesitamos poder relacionarnos con la depresión. Para esto, la primera cosa que tenemos que entender es que el estado depresivo de la mente es provocado por nuestras interpretaciones de las experiencias de uno. La depresión no es solo algo que surge de 
la tristeza, aun cuando puede aparecer de esa manera. Los sicoterapeutas occidentales dicen que usted puede aprender sobre las razones de una persona para experimentar depresión si se mira la historia biográfica o biológica de una persona deprimida, en términos de genes y similares. 


Desde el punto de vista budista, sin embargo, la comprensión fundamental que necesitamos tener es que la depresión está basada en las interpretaciones que hacemos de nuestras situaciones de vida, de nuestras circunstancias, de nuestros auto-conceptos, de nuestras ideas de quién y qué pensamos que somos. Conseguimos deprimirnos por no ser la persona que deseamos ser. Conseguimos deprimirnos con el pensamiento de  que no hemos podido alcanzar las cosas que deseamos alcanzar en esta 
vida. Esta historia puede ayudar a ilustrar este punto:

-Estoy enojada contigo-, dijo una hermana a otra hermana cuando ambas 
volvían del entierro de su madre.
-¿Por qué?
-Porque no te portaste adecuadamente en el funeral.
-¿Qué quieres decir?
-Parecía que te sobraba el tiempo
-Así fue.
-¿Cómo puedes decir eso con tu madre muerta solo hace cinco días?
-Pienso que la pena y la alegría corren en caminos paralelos como dos caballos que tiran del mismo carro; la cosa importante es reconocer a cada uno en su lugar y a su turno.
-Pero estabas sonriendo y…
-Seguro, me alegró ver a viejos amigos. Amé hablar de la madre y revivir recuerdos felices. El llanto está en mí misma. Si parecía feliz, lo estaba en ese momento. Y me nutría.
-¿Pero qué de las apariencias?
-Las apariencias son tus problemas, no los míos.
-Sin embargo, tienes razón sobre la nutrición.
-También tengo razón sobre la alegría.

La segunda cosa que tenemos que entender es que esa depresión no es necesariamente siempre un mal estado en sí. Uno puede ver la depresión como ofreciéndonos otra ventana en nuestra vida. El estar en un estado deprimido también puede revelar lo que, en el budismo, se llama “el mundo del samsara,” o el mundo de la vida diaria. Simplemente porque estamos en un estado de depresión no significa automáticamente que la manera que vemos las cosas es totalmente irreal e ilusoria. Cuando estamos depresivos, realmente podemos ser capaces de ver a través de la falsedad y de la naturaleza engañosa del mundo samsárico. Es decir, no debemos pensar: “cuando no estoy deprimido, veo todo claramente; mientras que cuando me deprimo, mi mente se distorsiona y se desordena y veo todo de una manera totalmente lateralizada.” En y con depresión, vemos el mundo a través de una ventana alternativa, de una forma de discurso.

El tercer punto que tenemos que entender es que si dejamos de ver nuestra experiencia de depresión como algo que resulta malo, podemos cambiar algo fundamental en nuestras vidas. No podemos renacer sin perder nuestras ilusiones. En vez de ver la depresión como una cosa negativa, como algo oscuro, siniestro y destructivo que va a tragarnos o  aspirarnos por un hoyo oscuro, podemos ver que realmente hay algo luminoso dentro de la misma depresión. De hecho, la depresión puede enseñarnos cómo considerar las cosas más claramente. Según el budismo, este es el punto de partida de nuestro viaje espiritual. Cuando observamos esto, es como si nosotros viéramos que la depresión es algo con lo que se puede trabajar.



Leer artículo completo

Fuente: VERDAD VAJRA

No hay comentarios:

Publicar un comentario