TRANSFORMACIÓN POR LA MUSICA



La música y el canto han sido dados al hombre como métodos para transformar sus energías. La música eleva las vibraciones del organismo humano y despierta fuerzas vitales. Conociendo el poder de la música, deberías cantar en toda circunstancia, tanto si te encuentras bien como si estás enfermo, y a pesar de todos los obstáculos, pruebas y sufrimientos.


La música transforma no sólo al ser humano, sino a toda la naturaleza. La música es un método de sanación. Si una persona enferma canta cada día, se recuperará pronto. Si una persona sana deja de lado el cantar, se pone en peligro de perder su salud.

La música conecta los mundos físico y espiritual. A través de ella, una energía vital muy especial penetra el organismo humano. Mediante el canto puedes desarrollar habilidades que no pueden serlo de ninguna otra manera. Cuando el mundo físico se halla revolucionado, puede reorganizarse por medio de la música.

A través de la música, la materia empieza a vibrar armoniosamente. Necesitas de la música como una cura. En tu vida, como discípulo, pasas por grandes pruebas y súbitos cambios, alegrías y tristezas, que van depositando toxinas en tu interior. La música es un remedio para ello. Ciertas clases de sentimientos pueden emponzoñar todo tu organismo y destruir tu hígado y tu bilis. Por ello, el discípulo debe aprender a cantar.

Todo dolor es debido a un espasmo de los vasos capilares. Cuando cantas, los capilares se dilatan y el dolor desaparece.

Existe una correlación entre los sonidos musicales y el organismo humano. Cada órgano está conectado a un particular sonido conforme a sus propias vibraciones.

El corazón está conectado con “do”. 
El sistema respiratorio con “re”. 
El hígado con “mi”. 
Los riñones con “fa”. 
El bazo con “sol”. 
La vesícula con “la”. 
El aparato digestivo con “si”.

Una arritmia, por ejemplo, puede curarse cantando “do”, el sonido natural y verdadero de “do”, no el que es dado por una horquilla de sintonía. Mantén ese sonido en la forma debida y pronto experimentarás un estado de tranquilidad y alegría. Esta alegría te dará la “luz de vida”, tal como hace el sol naciente.

El sonido básico “do” es la llave de la vida. Si una persona lo canta correctamente, puede obtener la energía vital del sol y distribuirla por todo su cuerpo. 
Mediante el canto atraemos esas fuerzas de la naturaleza que nos armonizan. Esta es una ley de atracción. 

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